La industria del juguete alicantina seguirá apostando por la deslocalización en otros países aunque mantendrá aquí el control directo de las áreas de mayor valor añadido como son los departamentos de diseño y comercialización.
En la actualidad, las empresas de la provincia que traen del exterior productos elaborados o semielaborados acaparan el 60% del total de las importaciones.
Así lo recoge el informe de la Red i-CREO, dependiente de la Generalitat, para el sector juguetero.
Dos técnicos de i-CREO, el economista, Lorenzo Chinchilla y la licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas, Maite Francés, son los encargados de realizar la labor de investigación, captando toda la información para la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ).
A modo de unidad para la detección de tendencias y el desarrollo de oportunidades empresariales, instan a las empresas a unirse en consorcios e internacionalizarse más.
Los efectos de salir fuera son múltiples y muy dispares, puesto que van desde la deslocalización productiva hasta la apertura de nuevos mercados. En este sentido, la propia heterogeneidad de productos y subsectores que se combinan en el juguete hace que las propuestas de innovación sean variadas.
La multilocalización se ha convertido en una apuesta clave para muchas compañías, ya que permite producir parte o todo el producto en otros país, e incluso vender directamente desde el país productor a otro comprador.
Chinchilla sostiene que “al analizar la estructura de costes de producción de los fabricantes de la provincia se comprueba que cuentan con un mayor valor añadido por factores como la flexibilidad productiva, la mejora continua en el diseño o el elevado grado de cumplimiento de los estándares de calidad y seguridad”, lo que garantiza el futuro.
Fuente: Las Provincias. 1/7/2007
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